Invitandote a visitar un lugar al que nadie te llevará.

Donde posa esa uña blanca, entre estrellas que parpadean como la luz de la cumbre. Donde se esconde el viento cuando la cuidad descansa, y con un respiro o mas bien un sollozo entre la soledad, el aire vuelve a correr por el espacio entre tus ojos y los mios, aunque tus ojos solo pueda verlos cuando cierro los mios y me tiro de espaldas sobre el césped.
Ahí donde se esconde el sol cuando dan las 7, es ahí donde escondo mis esperanzas para poder tocar tus manos suaves y blancas como las nubes en un día de abril. O quizás solo me conforme con volver a verte sentada a un lado de mi, mientras hablas sin parar, o escuchando cualquier palabra que mi boca escupa a la nada.

Aveces pienso en ti. Aveces pienso que tu piensas en mi, y me gusta mi mentira. Aveces quisiera que vinieras conmigo a ese lugar al que nadie nunca te llevará, a ese lugar oscuro con paredes manchadas de sangre negra. Ahí donde tiembla constantemente y se escucha un tum-tum cada segundo.
Y no te asustes, no es aterrador como crees, aunque la gente suele asustarse al estar dentro del corazón de quien quiere que esté ahí, pues ahí te quiero llevar, hasta el fondo de mi corazón, porque creo que ahí debes de estar. Me asusta pensar en ti, porque eres tan agena, tan lejana. Eres como el viento al atardecer, vas de paso, intocable para mi, solo rozas mis manos y aun así te quiero a mi lado.

Cuando duermo suelo soñar contigo, y cuando despierto aveces quisiera oír tu voz, porque sinceramente no la recuerdo, solo se que es como el Re de un piano viejo, o como el sonido de una gota de lluvia que choca contra el reflejo amorfo de mi soledad en un charco de lodo.
Quizás pienses que las comparaciones son un tanto simples o aparentemente no contenga belleza alguna; pero si pudieras estar detrás de mis ojos, o dentro de mi corazón, encontrarías la belleza escondida que el hombre perdió de vista cuando llenó su vida de cosas materiales.
Si pudiese pedir un deseo, estaría de mas decirte cual sería.
Y ahora mismo me encuentro fumando un cigarrillo, contemplando esa luna en forma de uña entre esas estrellas que parpadean como la luz en la cumbre. Y pienso en ti.

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