Saturday

Y la vista desde aquí es maravillosa. La neblina nos atrapo y las gotas en los ojos nos cegaban por completo. Una sonrisa, y los colores, los extremos, las puntas del pasto brillaban intensamente. Y mis ojos eran ciegos. La tormenta venia tras nosotros y yo con la mirada puesta en el pasto.
Pero, ¿solo era pasto?

¿Acaso mi mente estaba bajo el efecto de alguna droga natural? No lo creo, pues esa tarde solo tomamos un paseo. Solo miramos lo que de la tierra crece.

0 comentarios:

Publicar un comentario