De la rutina al suicidio:


Recuerdo varias tardes cuando llueve. En verano estreno vida, y no es tan confortable, es mas bien, algo que trato de evitar. Cuando pisan el acelerador, siento en mi cuerpo esas ganas de buscar la muerte en uno de esos veranos; pero no es así, siempre es una nueva vida. Un nuevo yo.


Esperare a que caiga la noche en medio del silencio.
Espera, señor, espera...
la noche trae recuerdos,
¿usted no quiere un amante?
-No, gracias chico. No busco problemas.

Espere, señor, espere;
La noche abraza mil recuerdos de su juventud,
y usted sabe lo que es el amor, o lo que fue,
y los dos sabemos que el amor no es como lo pintan,
es solo un espejismo que nuestra mente produce, y ni siquiera la sicodelia de los 60's puede igualarlo, si de drogas hablamos solamente.


Usted camina cansado, sin amor en la cabeza,
el cansancio de la rutina lo tiene encadenado,
la muerte busca con certeza
y las drogas no son suficiente para dormir envenenado.
Un tiro, ¿gustas un tiro?
-que sean dos, chico, que sean dos.
De reojo lo miro,
Se cubre la boca, tiene un poco de tos,
la toma entre sus manos, como si fuera un juguete...
la toma en sus manos y sigo mirando.

tuc-tuc, tuc.


Mañana sera otro día.

1 comentarios:

tokyo sex dijo...

yo no quiero un tiro nunca, las drogas no son para mí ni yo soy para las drogas ;D

Publicar un comentario